A partir de exhaustivas pruebas clínicas que realizamos al paciente durante el análisis de la pisada y mediante una buena interpretación de datos es posible conseguir el diagnóstico biomecánico de la marcha y/o la carrera. Cada vez son más los médicos traumatólogos y rehabilitadores que optan por este tipo de prueba diagnóstica antes de llevar a cabo otros tratamientos más invasivos como una intervención quirúrgica. La mayoría de las patologías que encontramos son: dolor en almohadillas plantar, fascitis plantar, espolón calcáneo, neuroma de Morton, afecciones por pies planos y pies cavos, tendinitis de la musculatura de la cadera, la rodilla, tobillo y pie, enfermedades autoinmunes y/o degenerativas, etc. Todas y cada una de ellas empeoran y aminoran la velocidad de la marcha pudiendo incluso aparecer, desafortunadamente, nuevas patologías relacionadas con evitar el dolor durante el apoyo. (Marcha antiálgica)