La podología puede desempeñar un papel importante en el contexto del cáncer, especialmente en relación con los efectos secundarios del tratamiento y el cuidado de los pies en pacientes con cáncer.
Algunos tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia, pueden causar efectos secundarios en los pies, como neuropatía periférica (daño a los nervios), sequedad de la piel, uñas frágiles, entre otros. Los podólogos pueden ayudar a gestionar estos problemas y proporcionar recomendaciones para el cuidado adecuado de los pies durante el tratamiento.
Prevención y cuidado de úlceras: En pacientes con cáncer, especialmente aquellos con tratamientos de quimioterapia, existe un mayor riesgo de desarrollar úlceras en los pies debido a la neuropatía periférica. Los podólogos pueden ayudar a prevenir y tratar estas úlceras, lo que es fundamental para evitar complicaciones graves.
Apoyo con ortopedia: En algunos casos, los podólogos pueden recomendar ortesis (plantillas personalizadas) para aliviar la presión en áreas específicas de los pies y mejorar la comodidad, especialmente en pacientes con deformidades o problemas estructurales relacionados con el cáncer.
En resumen, los podólogos pueden ser un recurso valioso para los pacientes con cáncer al brindar atención especializada y apoyo para mantener la salud y la comodidad de sus pies durante y después del tratamiento. Trabajar en conjunto con un equipo médico integral es esencial para abordar todas las necesidades de atención médica.
Recomendaciones podológicas en pacientes oncológicos.
Inspección diaria de los pies: Los pacientes deben revisar sus pies a diario en busca de signos de irritación, enrojecimiento, ampollas, llagas o cualquier cambio inusual.
Hidratación y cuidado de la piel: Mantener la piel de los pies bien hidratada con una crema recomendada por el podólogo para prevenir la sequedad y la descamación.
Uso de calzado adecuado: Utilizar zapatos cómodos que no causen fricción ni presión en los pies. Los zapatos deben ajustar bien, pero que tampoco queden sueltos.
Evitar el calor y el frío extremos: Los pacientes deben proteger sus pies del calor extremo y del frío intenso, ya que la piel puede volverse más sensible durante el tratamiento.
Cuidado de las uñas: Mantener las uñas de los pies limpias y cortarlas de manera recta para evitar la posibilidad de infecciones.
Prevención de infecciones: Se debe prestar especial atención a cualquier herida en los pies y mantenerla limpia y desinfectada para evitar infecciones.
Terapia física y ejercicios: En algunos casos, un podólogo puede recomendar ejercicios o terapia física para mejorar la circulación y reducir la hinchazón en los pies.
Cada paciente oncológico es único, por lo que es importante seguir las recomendaciones específicas de su podólogo y oncólogo para garantizar un cuidado adecuado de los pies durante el tratamiento contra el cáncer.
Centro de Podología Las Ramblas.