Esta es una pregunta bastante recurrente tanto en nuestra consulta como en las búsquedas en Internet, ¿por qué tengo los pies hinchados?
Los pies hinchados son algo que experimentamos todos en diferentes momentos de nuestra vida, no obstante hay que tener en cuenta que algunos de los síntomas son normales por nuestra rutina diaria, pero pueden haber otros casos más graves que necesitarían tratamiento podológico, por lo que lo ideal es que lo consultes con tu podólogo, y aun no poner remedio a esto puede acarrear consecuencias graves para nuestra salud.
Uno de los motivos más habituales por los que nuestros pies se hinchan, es por trabajar muchas horas sin movernos, ya sea de pie o sentados, esto favorece que nuestros pies se hinchen. Para prevenir esa hinchazón tenemos que movernos, ya sea realizando algún deporte o saliendo a pasear. En caso de que ya los tengas hinchados, la mejor forma de aliviarlos es manteniéndolos elevados para que se regule la circulación de las piernas.
La hinchazón de pies también es habitual cuando sufrimos cambios hormonales, especialmente las mujeres, o durante el embarazo. Esto se debe a que en el embarazo, las mujeres segregan una hormona llamada relaxina que afecta a los ligamentos del pie, además de otras zonas del cuerpo.
Determinadas afecciones en los huesos o los tendones pueden propiciar la inflamación de los pies, así como las heridas en la piel y las infecciones en las uñas, ya que pueden acumular bacterias y con ello, provocar hinchazón.
El calor y mantener los pies encerrados mucho tiempo puede producir la hinchazón de pies como resultado de esas altas temperaturas. Asimismo, el sobrepeso y la obesidad también pueden derivar en pies hinchados.
Además puede haber muchas otras causas como la insuficiencia venosa, la inflamación del pericardio, bloqueos en el sistema linfático, mala función renal, ingerir determinados alimentos o medicamentos, el consumo de sustancias nocivas, etc.
Recomendaciones para evitar los pies hinchados:
- Realizar ejercicio de forma regular
- Alimentación equilibrada y saludable
- Evitar aquellos calzados o ropa que nos compriman y afecten a nuestra circulación
- Poner las piernas en alto durante 20 minutos al final del día
- Masajear los pies y las piernas
- Acudir a tu podólogo ante cualquier irregularidad que notes